Situado a 25 Km. de Murcia, en el nordeste de la región, cuenta con 11 pedanías, enclavadas en la montaña o en sus aledaños, escondidas entre los barrancos de la Sierra del Baño, edificadas en torno a las aguas termales, en las tierras intermedias y en las estribaciones de la Vega del Segura. Muchos paisajes, muchas costumbres diferentes y distintos aprovechamientos de los recursos han marcado el carácter de estas poblaciones, de forma que entre todas ellas tenemos una visión completa de la historia, de las tradiciones y del modo de ser de los fortuneros. La temperatura media anual ronda los 20º C y sus parajes semidesérticos llenos de historia, convierte al municipio en un lugar especial para la realización de actividades al aire libre durante todo el año. Sus más de 2000 años de historia constatada por la existencia de vestigios romanos, vienen marcados por sus manantiales y aguas termales. El nombre de la villa tuvo su origen en época romana, y es muy posible que en el templo romano descubierto en el antiguo nacimiento termal fuera venerada la diosa Fortuna.
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