La cocina es siempre reflejo de un modo de vida y de unas posibilidades agrícolas. Así nuestra cocina adquiere personalidad propia, con un estilo propio. Destacan las gachasmigas, el "empedrao", las tortilleras y el cocido relleno, sin olvidar el plato típico del Jueves Santo, "el trigo pelao". Y para deleitar al paladar, el visitante no debe marcharse sin probar el arroz y conejo con caracoles (de recolecta propia), que podrá disfrutar junto con un buen vino de la tierra. Los dulces y confituras están muy presentes: buñuelos, paparajotes y especialidades navideñas como las tortas "toñas", almendrados y rollos entre otros.
En artesanía, el esparto toma gran importancia por la multitud de utensilios elaborados con él, sin olvidar el encaje de bolillo, la fabricación de candiles hechos a mano, el jabón (todavía elaborado por muchas familias). El aceite y el pan casero, a caballo entre la gastronomía y la artesanía adquieren en Fortuna un sabor especial que los visitantes recordarán muchos días después de la partida
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